Monday, January 5, 2009

Países toman medidas ante altos precios de los alimentos

Mileika Lasso
PA-DIGITAL


El Gobierno seguirá compitiendo directamente con los comerciantes.

A nivel mundial muchos países ajustaron durante el año pasado sus políticas comerciales y de consumo para tratar de contener el aumento en los precios de los alimentos.

En Panamá los alimentos lideraron el alto costo de la vida, teniéndose que tan solo a octubre la canasta básica de alimentos tenía un precio de 262 dólares, cuando en enero costaba 234 dólares.

En este contexto, el gobierno panameño salió a vender, a través del Instituto de Mercadeo Agropecuario (IMA), productos a precios menores que los que oferta el mercado.

Ahora, para seguir en su afán, el IMA ya cuenta con un crédito de 10 millones de dólares para la compra de arroz y venderlo bajo la marca "Compita".

El crédito cuenta con el aval del Banco Nacional de Panamá, según informaron voceros de esta entidad.

En su momento, el sector comercial vio con malos ojos que el Gobierno se convirtiera en un competidor directo, en vez de un facilitador de la actividad comercial.

Panorama.
Las políticas comerciales figuran entre las medidas más utilizadas por los países durante el año pasado, según afirma la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

Esta se produjo en 2008 en forma de reducción de los aranceles de importación de cereales, adoptada por unos 18 países, o de restricciones a la exportación, impuestas por 17 países.

De estos últimos, 14 naciones impusieron restricciones cuantitativas o prohibiciones totales a las exportaciones, de acuerdo con la FAO.

Explica que las políticas en materia de consumo han abarcado la reducción de los impuestos sobre los alimentos (11 países) o la concesión de subvenciones al consumo (12 naciones).

Otros ocho países han realizado controles de precios.

De estas medidas, en opinión de la FAO, las prohibiciones a las exportaciones y los controles de precios son las más perturbadoras para los mercados "y es probable que desincentiven a los productores a la hora de aumentar la producción".

Para el organismo internacional, el aumento de los costos de producción derivados de un alza de los precios del petróleo, es la principal causa de los elevados precios que alcanzan los alimentos a nivel mundial.

Balbina prefiere monorriel a los autobuses articulados

Eduardo Soto P.
PA-DIGITAL

Para Balbina Herrera, candidata a la Presidencia por el oficialista PRD, los buses articulados no son una solución adecuada para los panameños. Ella prefiere el monorriel.

Herrera reveló a Panamá América la parte de su propuesta electoral que tiene que ver con transporte, y defendió la idea monorriel porque "Panamá puede pagarlo, y la familia panameña se lo merece".

"Estamos hablando de arriba de B/.50 millones por kilómetro. De acuerdo con un estudio japonés, la inversión superará los B/.500 millones".

"Cueste lo que cueste, hay que pagarlo para mejorar la calidad de vida de la familia panameña; no hay dinero en el mundo que reemplace estar con tu gente a tiempo, sin tener que madrugar o llegando tardísimo a casa", alegó la candidata.

"Ya están los estudios realizados por el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y la Corporación Andina de Fomento, y los conoce este gobierno y la empresa privada. Nosotros los vimos, y nos parecen buenos. No vamos a inventar nada nuevo", señaló.

Indicó que el proyecto se someterá a discusión con usuarios y transportistas, pero no para que se demore meses en la mesa. "Debe ser ágil y con la participación de todos, buscando primero que nada el equilibrio", subrayó.

"La primera fase del monorriel podría empezar de San Miguelito hasta la 5 de Mayo, y apenas esté lista se empezará a usar", reveló.

Nos costó un poco llegar a una decisión, porque había posiciones encontradas, pero ya tenemos una propuesta definida.

Otras Diferencias.
Con esta propuesta, Herrera se distancia del plan original del gobierno actual por otra razón: el Estado no va a administrar el sistema luego de pagar las indemnizaciones.

Ella dejará que lo hagan los actuales transportistas (los más organizados entre los actuales), o que empresas con experiencia en administración lo hagan, mientras se licita el monorriel.

"Será un administrador temporal supervisado con rigor por el Estado y la ciudadanía a través de los representantes de los usuarios".

Quienes conduzcan los buses ganarán entre B/. 25.00 a B/. 30.00 diarios, que es algo similar a su ganancia actual, pero no pagarán seguro social hasta que se incorporen a las empresas concesionarias del monorriel, que serán dos, una en cada troncal.

Cuando se le preguntó si el proyecto llegaría hasta el sector Oeste (Arraiján y La Chorrera) respondió: "Yo pienso al contrario, no que la gente de allá deba venir a la capital a laborar...; el gobierno debe desarrollar esas áreas, interesar a la empresa privada que construya industrias allá.

"Hay que llevar la ciudad al campo y promover los polos de desarrollo". Incentivaré a las empresas que quieran invertir en el campo y provincias", dijo.

Explicó que el proyecto no terminará en su gestión. Tomará ocho años su culminación, pero empezará a funcionar por fases, según vaya avanzando.

Los ataques de las FARC


José Otero
jotero@prensa.com

El flagelo de la guerra fratricida que se vive en Colombia entre la denominada “narcoguerrilla” y el ejército de ese país, que lleva casi medio siglo existencia, sigue dejando sus secuelas de sangre, angustia y violación de la soberanía del lado panameño.

Durante el recién finalizado 2008, los medios de comunicación social registraron al menos cuatro enfrentamientos armados entre integrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y efectivos de la Policía de Panamá en el territorio nacional, pero se tiene conocimiento, de manera extraoficial, que las incursiones de los irregulares colombianos en pueblos fronterizos panameños fueron más de 20 el año pasado.

Durante el año 2008 la guerrilla colombiana no solo violentó la soberanía panameña al incursionar en poblados de Darién y Kuna Yala con la excusa de resguardarse, esconderse, descansar y alimentarse, sino que inclusive nuevamente se dieron casos de robos, secuestros y privación de libertad.

ATAQUES

El primero de los casos durante el año 2008 ocurrió en febrero, cuando seis guerrilleros de las FARC se enfrentan a la entonces Policía Fronteriza en las costas de Jaqué. Los irregulares fueron capturados y uno quedó herido.

Luego, el 9 de agosto, una columna de 60 hombres armados entró, acampó y se tomó por varias horas el poblado de Bajo Chiquito.

En esta ocasión la policía panameña prefirió no enfrentar a los insurgentes y esperó que estos salieran del poblado indígena, luego de robarse una gran cantidad de alimentos.

Un mes más tarde, otro grupo de las FARC penetró en la oscuridad de la noche a Metetí y secuestró de su residencia, ubicada a unos metros del cuartel central del recién creado el Servicio Nacional de Fronteras (Senafron), al ganadero Alberto González, quien fue rescatado en menos de 24 horas, tras un enfrentamiento armado.

El último de los casos ocurrió el 12 de diciembre, cuando otro grupo de las FARC se tomó por varias horas la población de Manené y obligó a los residentes a cocinarle. Cuando el grupo armado salió del pueblo se enfrentó con una columna del Senafron, lo que dejó un guerrillero herido.

Además de estas incursiones armadas registradas de manera oficial, también han sido denunciadas otras por parte de moradores y autoridades civiles de Darién.

Entre estas últimas se mencionó la presencia de grupos armados colombianos en los poblados de Alto Tuira, Cannan, Boca de Cupe, Vista Alegre, Yepe, Paya entre otros. El Gobierno negó estas afirmaciones.

Sin embargo, como reafirmación de estas denuncias, el propio Ejército colombiano dio a conocer –el 14 de diciembre pasado– que informes de inteligencia militar daban cuenta de que “un grueso grupo de guerrilleros de las FARC se replegaba hacia Panamá y estaba ingresando por los poblados darienitas de Río Chico, Río Yepe, Río Paya, Manené, Río Balsas y La Palma.

Unos meses antes, en julio, el comandante Gilberto alias Becerro, uno de los jefes del Frente 57 de las FARC, que opera en la frontera con Panamá, reconoció a este diario que sus hombres “cruzaban la frontera permanentemente” para descanso, abastecimiento y reagrupamiento.

HISTORIA

El primero de estos hechos ocurrió el 31 de enero de 1993, cuando las FARC secuestraron a los estadounidenses Ricardo Tenenoff, David Mankins y Marchor Rich, integrantes de la misión Nuevas Tribus en Púcuru, cuyo paradero se desconoce hasta ahora.

Luego ocurrió otra serie de incursiones tanto de las FARC, como del desaparecido Ejército de Liberación Nacional (ELN) y los denominados paramilitares, que inclusive llegaron a destruir un poblado entero como fue el caso de La Bonga en 1995.

Estos ataques han dejado un saldo de al menos 30 muertos, incluyendo tres menores, dos mujeres y siete policías, además otros 26 darienitas heridos.

Con la colaboración de Isabel Castro.

Los nuevos retos para Senafron

El comisionado de la Policía Nacional, Frank Ábrego, jefe del Servicio Nacional de Fronteras (Senafron), señaló que uno de los objetivos principales de este nuevo organismo es velar por la seguridad de los residentes de poblados fronterizos y hacer respetar la soberanía en ese sector. Agregó que para resguardar la seguridad de estos poblados se han creado 59 nuevos puestos de vigilancia y se han reanudado las marchas a pie por trochas y senderos las 24 horas del día.

De igual forma, Ábrego dijo que se está dotando al pie de fuerza (que se calcula es de 5 mil hombres) de nuevos armamentos, equipo de telecomunicación y transporte, principalmente para los que están del lado de la frontera con Colombia.